Pensar en que una organización se denomine Aula de los Sueños ha sido una pregunta constante de muchos conocidos y amigos cercanos, imaginamos que igualmente será para aquellos que apenas tienen contacto con esta Asociación. Todos los docentes hospitalarios aspiran que en algún momento se valore con mayor énfasis el trabajo desarrollado en las aulas de hospital, por ello, siempre invitamos a soñar ese espacio ideal para trabajar con nuestros niños.
Así como muchos maestros de las escuelas públicas y privadas de este país y de otros más de Latinoamérica y el Caribe, sueñan con una escuela dotada de todos los recursos necesarios para ese maravilloso encuentro entre el alumno y el maestro, así también los que enseñan a los niños en el hospital, sueñan y requieren de las instalaciones adecuadas para trabajar y hacer mágico ese encuentro entre el alumno que sufre una enfermedad y/o tratamiento con su docente hospitalario, encuentro que aún sin los recursos necesarios está lleno de un mágico amor.
Sin embargo, El Aula de los Sueños como denominación, no busca abarcar sólo al maestro, sino que necesita abrazar también al alumno. La escuela es el segundo hogar de cada niño y adolescente y en la misma deben sentirse plenos cada uno de ellos. La escuela es el lugar para soñar con los pies en el presente y para proyectarse al futuro abranzando una sólida formación, eso también debe ser el aula hospitalaria, un espacio para crecer, para formarse y para soñar. Estos últimos tres aspectos los terminamos de reconocer cuando en un concurso de dibujos realizado en el Servicio de Oncología del Hospital J.M de los Ríos (Venezuela), para la primera edición de la revista "El Correo de Los Sueños", el dibujo ganador representó eso, que tanto alumnos y maestros aspiran de su aula de hospital. No diré más, los dejo con el dibujo, confiando que algún día cada aula de hospital será ese espacio que todos los que amamos esta labor, hemos soñado.
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